Con un estilo muy directo y podríamos decir que hasta coloquial, el ministro de Salud Pública le ha recordado a los dominicanos algo que parece obvio, pero que en la práctica se ha demostrado que no lo es: “para poder vacunarse contra el Covid-19 hay que estar vivo”.
Su sentencia se refiere a que aunque hay noticias promisorias sobre la vacuna contra ese virus, no se pueden relajar las medidas de prevención para evitar su propagación.
Deja dicho que la gente tiene que seguirse cuidando, especialmente ahora que el virus se está convirtiendo en parte de la cotidianidad.
Alegra la noticia de que el país será de los primeros que el año próximo estaría recibiendo las vacunas contra el Covid-19 cuando esté lista la que se produce en Inglaterra. También es alentador saber que se tienen contratadas otras tantas de la farmacéutica Pfizer y de la que se distribuirán a través de la Organización Mundial de la Salud.
Pero mientras las vacunas llegan, hay que cuidarse.
El obispo de Higüey también dio una señal positiva en la línea de la prevención al disponer la suspensión de las actividades masivas el 21 de enero cuando se celebra el Día de Nuestra Señora de la Altagracia.
Se envía un claro mensaje para los que entienden que hay que relajar la prevención durante las festividades navideñas.
Cuidarse es una responsabilidad de cada quien, no pretendamos que el Estado puede protegernos del Covid si no ponemos de nuestra parte.