El filósofo griego Sócrates afirmó: “No puede enseñar nada a nadie, solo puede enseñarle a pensar”.
El pensamiento lógico es vital en la interacción humana, porque pensar bien, tener un mayor control sobre el flujo de nuestros pensamientos se traduce en una excelente inversión en la calidad de vida.
Pensar bien contribuye a la felicidad, en vista de que éste depende de nuestras emociones.