El sacerdote dominicano Antonio Camilo afirmó que “una persona que no sabe leer ni escribir está condenada a la ignorancia, por lo que es un pobre de conocimiento y de desarrollo interior”.
La ignorancia y el error, muchas veces inducidos por las élites sociales, son las verdaderas causas de los extravíos de las personas y de las desgracias que ellas mismas se acarrean.
Hay que evitar, entonces, esos tormentos de la vida humana.