El escritor italiano Gabriele d’ Annunzio aseguró que “todo hombre alimenta un secreto sueño, que no es la bondad ni el amor, sino un desenfrenado egoísmo”.
El egoísmo daña profundamente porque constituye una forma que nos extraña del mundo, ocupándonos solamente de todo aquello que resulta inútil, desviando la atención de lo verdaderamente útil.
Aunque el mundo está lleno de personas egoístas, siempre valdrá la pena promover la bondad.