Juan Rulfo, novelista y cuentista mexicano, se preguntó: “¿La ilusión? Eso cuesta caro. A mí me costó vivir más de lo debido”.
Nunca debemos perder la ilusión, porque es el origen y punto de partida de todo cuanto pueda ser transcendente en la vida de una persona.
Obviarla, sería desechar todo progreso y mejora humana dado que, en fin, todo lo que existe ha empezado en algún momento en la imaginación de alguien.