Las condiciones en el cementerio Cristo Salvador, de Santo Domingo Este, son de las peores en relación con cualquier camposanto del país.
Las quejas se producen desde hace mucho tiempo, pero ahora resulta que el alcalde Dío Astacio se propone romper con esta mala fama.
De acuerdo con la prensa, ha anunciado con ocasión del Día de Difuntos su propósito de convertir el del municipio en “un camposanto modelo a nivel nacional, que no tenga nada que envidiarle a uno privado”.
Tamaño compromiso, pero si en cuatro años se puede hacer esto, deberá evitar que los vecinos la ciudad empiecen a quejarse del mal estado de las calles, de la acumulación de basura y de la inseguridad, unos problemas que han dado mucha agua de beber a los alcaldes precedentes, incluido al único que ha conseguido reelegirse en Santo Domingo Este.
Buena suerte
De todos modos, la promesa esta hecha y es de conocimiento público. No se debe olvidar que en el buen estado de un cementerio no sólo entra la mano del ayuntamiento, sino también la de munícipes con sus deudos allí, y la Policía, a la que suelen respetar un poco más que a la municipal los ladrones y muchos otros delincuentes que se protegen en camposantos.