Una perrita callejera se unió desde el comienzo al pelotón de corredores de un maratón . La meta estaba a 250 kilómetros y tenían que atravesar el desierto de Gobi, en China.
Fue amor a primera vista lo que surgió entre un atleta escocés y la cachorrita, que no lo abandonó los cinco días de carrera. El atleta la ha adoptado y pronto se la llevará a casa.
El animal se convirtió en la mascota de la competición.