Cuando el presidente Danilo medina mencionó la palabra “penco”, haciendo referencia a la forma en que Gonzalo Castillo había logrado convertirse en el candidato del PLD en poco tiempo y venciendo al oponente más difícil de enfrentar y el más ganador de los últimos 25 años, Leonel Fernández, nadie se imaginó que a ese calificativo se le podía sacar provecho como está ocurriendo.

En principio todo el mundo se fue a Google a buscar el resultado de la palabra “penco”, y entre las diferentes respuestas disponibles ganaron las que se utilizan despectivamente, como son: caballo flaco, persona inútil y persona tosca o bruta, y otros calificativos que van en esa misma dirección.

Pero oh sorpresa, el término ha dado resultados positivos, y hasta el mismo Gonzalo Castillo se autonombra el “penco”, provocando con eso que todo el que se va a referir a él lo haga con ese calificativo más que con su nombre de pila.

Al día de hoy, donde quiera que llega Gonzalo el coro que suena es llegó el “penco”, y parece que en principio eso le afectaba emocionalmente, porque se le veía de una manera que no proyectaba felicidad, pero ya no, ahora lo de “penco” parece que no es malo.

Antes de que involuntariamente se le adjudicara lo de “penco” a Gonzalo, en nuestro país hablar de esa palabra era sinónimo de algo grande. Por ejemplo, en algunas zonas se dice “un penco muchacho” cuando un niño nace grande, y así sucesivamente, y aunque hay otros resultados diferentes en la República Dominicana, por lo menos en Santo Domingo no se usa el término para denotar algo o alguien.

¿Pero qué tan beneficioso pudiera ser el uso de esa palabra si la llevamos a las elecciones presidenciales de mayo próximo? Tomando en cuenta que para las primarias del pasado seis de octubre la Junta Central Electoral utilizó sobrenombres de los precandidatos para ponerlos en la boleta electoral, pudiera ser que muchos de los nuevos votantes y los indecisos lo vean como una opción, debido a que es lo que han venido escuchando y leyendo desde hace un tiempo. Es decir, que la palabra “penco” también pudiera llamar la atención de electores, por tanto que se ha sazonado.