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Una niña con cáncer apegada a la vida

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Santo Domingo.-Sus ojos son dos luceros que irradian ternura, amor y paz, pero sobre todo ganas de vivir. Con apenas siete años, Sharlotte es una víctima más de la leucemia, un tipo de cáncer.

Era el 7 de marzo de 2012, cuando Katherine Dipré, una joven estudiante de Ingeniería Industrial de la UASD, se enteró de la enfermedad que padecía su hija.

La llevó al médico luego de que la niña le dijera que le dolía la garganta y que no podía tragar.
“Al día siguiente no quería comer”, expresa la madre mientras seca sus lágrimas recordando aquel día.

El Hospital Infantil Robert Reid Cabral fue el lugar donde le dieron la mala noticia, “después de cinco horas de estudios la diagnosticaron con leucemia linfoblástica aguda (LLA) y me la dejaron interna por alrededor de un mes y medio”, recuerda la madre.

Mientras, Katherine tuvo que abandonar su carrera en la Universidad para dedicarse al cuidado de Sharlotte y sus dos hermanitos en Concentración Barrio Nuevo, en Madre Vieja Norte, San Cristóbal.

La batalla por su hija

Katherine y el resto de la familia no pierde la esperanza de ver a la niña sana.

Hace poco más de un año y medio que Sharlotte no está internada, pero sigue con su tratamiento y visitando su médico.

“No me importa el tiempo, la quiero sana. Yo soy una guerrera y voy a ganar la batalla por la salud de mi pequeña”, sostiene la madre.

Katherine habla con seguridad e insiste que su hija le ha dado lecciones de vida todo el tiempo.

Una niña especial

“La gran diferencia que tiene Sharlotte con otros niños es que ella es una jefa, tiene una personalidad fuerte desde que nació. En el colegio es muy aplicada y con don de mando”, indica la madre sin poder ocultar el orgullo que siente.

Pero hay una razón adicional para estar así: esas características de Sharlotte son esenciales para afrontar una enfermedad como la que le afecta.

Pese a su corta edad, la niña tiene plena consciencia de todo lo que le pasa.

“Sharlotte se toma sus medicamentos sin cuestionamientos. Ella sabe de la gravedad de su enfermedad porque ella fue preguntando y yo también se lo fui diciendo”, agrega su abuela Alba Marte Valdez.

Superó la quimioterapia

“Los primeros dos meses las quimioterapias eran interdiarias y los médicos dijeron que iba a quedar sin pelo y en cama. Pero sólo se le cayó el pelo, ella siempre estuvo parada. Todos lloraron en la familia porque se le había caído el pelo, recuerdo que la más afectada fue mi madre”, dijo Katherine.

Sollozando recuerda que luego le dieron las radioterapias.

“Me dijeron que si la nena no se movía no había que ponerle anestesia y no tenían que pagarla , empecé a pedir a Dios que la niña se quedara quieta y efectivamente, no se pagó ni una radio, fueron en total ocho que le hicimos con un costo de 8,000 pesos que no pagamos”, reveló.

“Me puse las pilas”

“Al comienzo yo creía que debía ser fuerte porque mi hija me necesitaría así y en esta breve experiencia hemos recorrido el camino inverso. Sharlotte nos llena de ganas de luchar y aprendemos de ella todos los días”, dice la madre llorando.

Después que le confirmaron la enfermedad a su niña la madre con angustia y dolor comenzó a preguntar cuánto va a vivir. “

“Pero me dijeron que se puede pelear, que hay expectativas, me puse las pilas nuevas y comencé a luchar con más fuerzas”, dijo.

Impacto en el país

La leucemia linfoblástica aguda (LLA), es “una de las enfermedades que más afectan a los niños en República Dominicana, pero que con un diagnóstico a tiempo y el tratamiento adecuado tiene cura con un 90% de probabilidades”, reiterando que después de cinco años y si no hay recaída es muy poco probable que regrese, explicó la Dra. Patria Nieves encargada del área Onco-Hematología del Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral.

Manos solidarias

A pesar del alto costo de los tratamientos contra el cáncer en el país, cuentan con el apoyo de la Fundación Amigos Contra el Cáncer Infantil, la cual provee ayudas de quimio y radioterapias, además de medicamentos, con la colaboración del Gobierno y su programa Promese/Cal a través de su plan de Soporte contra el cáncer (Pesca).

Ganas de vivir

Es que después de que perdiera por completo el pelo Sharlotte pidió algo que no esperábamos. “Pidió una peluca y estuvo con ella en la cabeza por más de ocho horas.

Mi madre le dijo que se la quitará y que se pusiera un pañuelo y le respondió: «déjame verme un poco más chula ya estoy cansada de los lazos”.

Tiene una personalidad increíble, no deja de darme fuerzas cada día”, manifestó la madre con lágrimas en los ojos.

Le quedan tres años y medio de recuperación y no ha tenido recaídas hace alrededor de un año y sus oportunidades de vivir han aumentado significativamente.

Es amada y ella ama a su familia. Sabe de su enfermedad y no le tiene miedo. Sostiene a sus padres, hermanitos y su abuela, porque ella es el ángel de la casa. Ahora Sharlotte está de regreso en la casa, es muy linda , “tiene su cabello, va a la escuela y está con sus hermanos”.

Leucemia linfoblástica aguda

La leucemia Linfoblástica aguda Infantil (LLA), como la que tiene Sharlotte, es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros (un tipo de glóbulo blanco).

La leucemia puede afectar los glóbulos rojos, los blancos y las plaquetas.

La LLA infantil y otras afecciones pueden producir estos y otros signos y síntomas: fiebre, hematomas o sangrados fáciles, petequia (manchas planas, como puntitos de color rojo oscuro debajo de la piel producidos por un sangrado), dolor de huesos o articulaciones, masas en el cuello, las axilas, el estómago o la ingle que no duelen, dolor o sensación de saciedad debajo de las costillas, debilidad, sensación de cansancio o aspecto pálido y pérdida de apetito.
Esta terrible enfermedad es más frecuente en los adultos mayores de 55 años.

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