Recientemente las principales autoridades del Ministerio de Hacienda, y sus dependencias, presentaron al Congreso Nacional el proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado para el 2023. Sin lugar a dudas que el Presupuesto constituye el principal instrumento de políticas públicas que tienen los Estados, y recoge las intenciones y aspiraciones de los gobiernos y los ciudadanos de una nación.

Acercando un poco la mirada al proyecto de Ley de Presupuesto, observamos las mismas tendencias de presupuestos anteriores formulados antes del Covid-19. Veamos: la composición del mismo es 87.56 % de gastos corrientes y 12.44 % de gasto de capital; se mantiene un déficit de un 3.0 % del PIB; la presión tributaria (ingresos tributarios con respecto al PIB) ronda el 15.1 % del PIB; gasto por intereses de la deuda pública de 3.3 % del PIB; servicios sociales en 8.4 % del PIB; gasto en educación por un 4.0 %; del PIB; gasto en salud en 2.0 % del PIB, y necesidades de financiamiento para el déficit y pagos de deudas anteriores del 5.3 % del PIB.

Igualmente, las metas de ejecución del Presupuesto 2023 estarán muy supeditadas a los cambios y la incertidumbre que refleja un entorno cambiante. Los supuestos que sustentan el Presupuesto parten de un crecimiento económico de 4.8 %, el cual está por debajo del crecimiento potencial (5 % o más); el tipo de cambio promedio se proyecta en RD$56.9 por un dólar; los precios promedios del petróleo en 89.1 US$/barril; y los precios promedio del oro en 1,779.2 US$/Onza.

Por otra parte, los organismos multilaterales están recortando pronósticos de crecimiento a la mayoría de las economías. La economía americana, que es nuestro principal socio comercial, crecerá menos; Haití, nuestro segundo mercado de destino de las exportaciones, está en situación caótica; las economías de la Unión Europea atraviesan una de sus peores crisis; y la guerra Rusia-Ucrania sigue su curso.

Es difícil hacer políticas públicas de desarrollo y territoriales con estas restricciones y condiciones. Lo que se vislumbra es que el Presupuesto del 2023 se ejecutará en condiciones muy difíciles.