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Una millonada por probar

Los ensayos e investigaciones clínicas representan una millonada en un pastel que no probamos o quizás mordamos un pedazo del bizcocho y no nos sabe a nada. Como todo en RD, estamos en todo y no estamos en nada, y menos en invertir en esas cosas, en investigación.

Recientemente participé en un foro internacional invitado por la Cámara de Comercio de Medellín donde se analizó esa temática y lo que aprendí fue muy positivo: ese mercado mueve 64 mil millones de dólares a año, donde -bajo supervisión estatal- actores privados participan del negocio y aportan el surgimiento de moléculas innovadoras, esa palabrita “chula” que utilizan las farmacéuticas para meternos un enema de sus productos.

Retomando lo que quiero expresar, es una millonada que en el país ni miramos. Y lo mueven empresas privadas que se dedican a servir de soporte logístico, operativo y de conexión con las normas y regulaciones de cada Estado.

Los números del Global Mercado Insights (GMI), firma internacional de investigación de mercados y consultoría estratégica, son extremadamente bondadosos: en el año 2024 el mercado movió 59 mil millones de dólares, pero la proyección indica que al año 2034 crecerá hasta 89.9 mil millones y el 2027 de 120 mil millones.

Los factores que influyen incluyen mayor prevalencia de enfermedades crónicas como cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares, aumento de la subcontratación a organizaciones de investigación por contrato (CRO), expansión de ensayos clínicos en regiones como Asia-Pacífico y avances tecnológicos en salud digital y biotecnología

Las empresas privadas, con soporte del Estado, pueden aportar conocimientos, logística, protocolos y localizar y depurar voluntarios pacientes para el desarrollo de las investigaciones clínicas, con regulaciones muy específicas aportadas por los organismos nacionales e internacionales con el tema.

En el II Foro de Investigación y Ensayos Clínicos se revelaron los retos de ese mercado, pero salió a flote un dato que plantea una enorme oportunidad para países de América Latina: sólo el 6% de los ensayos se realizan en este continente.

Entre los retos a superar en el país y Latinoamérica están falta de confianza, poco apoyo estatal a investigaciones, regulaciones poco claras, deficiencias en infraestructura hospitalaria, poca participación de pacientes y seguridad jurídica.

María Paula Bautista, de la Asociación de Información sobre Medicamentos (DIA), dice que hay oportunidades de convergencia regulatoria con estándares internacionales, trabajo colaborativo, datos y digitalización con presentaciones electrónicas, terapias celulares y génicas, enfermedades raras con programas acelerados y diseños innovadores, entre otros.

En República Dominicana el Consejo Nacional de Bioética en Salud (CONABIOS) es el órgano oficial a cargo de evaluar, aprobar y supervisar las investigaciones biométricas en seres humanos, dependiente del Ministerio de Salud.

Su misión es garantizar que los estudios clínicos se realicen bajo principios éticos, científicos y metodológicos reconocidos internacionalmente.

En el año 2024 ese organismo evaluó 823 protocolos de investigación, de los cuales 786 fueron aprobados y 36 rechazados; 410 sesiones de evaluación y revisó mil 21 enmiendas a protocolos previamente aprobados.

Estos números los dejó la magistrada Aura Celeste Fernández, que donde quiera que pisa deja huellas positivas y esperamos su impronta como gerente general del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), posición en la que fue designada recientemente.

Em el país hay poca tradición de investigar, poco apoyo y poca disposición de los profesionales sanitarios a dedicarse de pleno a eso. Pero hay que empezar, hay que empezar.

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Pedro Ángel

Periodista especialista en temas de salud.

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