*Por: Elsa Báez
Hay muchos argumentos que hacen que algunas personas decidan dedicarse al quehacer literario motivadas por distintas razones.Gracias a su ingenio, su capacidad y sus destrezas, nos han guiado a través de la historia y nos han hecho conocer mundos y personajes que probablemente nunca habríamos pensado en ellos.
Así como textos cargados de sentimientos, de emociones que nos cambian la forma de ver y de conducirnos por este trayecto al que considero “el purgatorio” y que, en definitiva, nos convierte en mejores personas.
Adentrarnos en las páginas de un libro es ir colmando el vacío existencial, es derribar las barreras, las limitaciones, para volvernos seres pensantes, empáticos, despertar nuestro espíritu crítico y dotarnos de sensibilidad, aparte de desarrollar nuestra creatividad y adquirir experiencias.
En República Dominicana tenemos una lista inmensa de escritores y algunos incursionan en varios géneros literarios, pero solo unos pocos son reconocidos fuera del país.Y es que algunos sostienen la tesis de que el problema radica en que la mayoría escriben con una visión muy local, lo que hace que no sean comprendidos por lectores de otros países.
De manera particular, creo que la cuestión no radica en ese sentido, sino que los embajadores, en sus representaciones, no promueven a nuestros escritores para hacerlos visibles y potables, no presentan las obras en los lugares en los que han sido designados por el presidente en turno.
Este desamparo al sector cultural, limita que las obras se conozcan a nivel internacional y las que han sobresalido, han sido por el extraordinario esfuerzo de sus autores, y claro está, por su calidad literaria.
El viernes 23 de abril (Día internacional del Libro, las Bibliotecas, los Bibliotecarios y el Derecho de Autor) el Ministerio de Educación (Minerd) presentó,dentro de las Cátedras Ciudadanas, un encuentro entre Escritoras, Escritores, Profesoras y Profesores de Literatura. Y al mismo tiempo se inauguró la Cátedra de Escritoras y Escritores, dedicada exclusivamente a los autores dominicanos.
Al mismo tiempo, se puso a la disposición de todos, sin excepción, la Biblioteca Virtual del Minerd, para que, de ese modo, los profesores y estudiantes, puedan tener acceso a los libros de manera gratuita.
En dicho evento, se valoró el trabajo de los escritores dominicanos, se citaron a los más sobresalientes de cada generación y se rindió tributo a uno de nuestros grandes autores del país: Marcio Veloz Maggiolo.
Aplaudo estas excelentes iniciativas que ponen en alto a los escritores y sus obras, que pretenden generar cambios positivos en los dominicanos y que buscan captar lectores, pues como dijo nuestro Pedro Henríquez Ureña “solo la cultura salva los pueblos”.
Aún podemos salvar al nuestro, pero dándole seguimiento a estos programas para que sigan fortaleciéndose, ir creando otros proyectos de promoción y fomento a la lectura, ofreciendo apoyo pecuniario a los que se dedican a plasmar, incentivando la creación y adquiriendo las obras de los escritores, sin importar sus inclinaciones políticas.
También, acercar a los estudiantes con los autores y apoyando a las editoriales independientes que son las que, en ocasiones, descubren las grandes voces que serán los representantes de una generación x; y, sobretodo, lo más importante, promover, motivar, descubrir e invitar a la lectura.
Solo de este modo, cambiaremos nuestro país, erradicaremos las malas actuaciones como la violencia, la corrupción, la delincuencia y aportaremos mejores ciudadanos para el mundo.
*Elsa Báez es escritora, narradora.