Además de propiciar el equilibro entre los seis equipos, “El Draft” ha servido de trampolín promocional a la pelota dominicana.

También ha desarrollado nuevos técnicos entre los equipos y son muchas las horas dedicadas a evaluar el material disponible.

Las controversias internas se producen, principalmente, entre la evaluación atlética del jugador y las posibilidades de que su “dueño” lo deje jugar aquí. También influye la procedencia geográfica, y en ese sentido Águilas y Toros son los más insistentes. Los domínico-gringos son peligrosos. ¿Pedro Álvarez? ¿Manny Machado?

Los Gigantes se han metido en la pelea por sus buenas selecciones y su historial incluye al mejor jugador de allá, Albert Pujols (sin tirar una) y el mejor de aquí, Juan Francisco.

La corona vigente de los Toros mucho tiene que ver con el material de los sorteos.

 Las Estrellas se han desprendido de buen personal y de turnos primarios.  

Las Águilas no han estado certeras en su recorrido histórico y el Licey ha conseguido mucho material del que no juega aquí.

 Los Leones con altas y bajas, pero con pobres resultados.

Ayer fue la décima versión, los gerentes siempre dicen que ganan y, cómo se verá, todo es una “lotería” en la que Leonardo Matos Berrido se ha “sacado” el premio mayor.