Francisco Rojas
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío. Salmo 43:5
Hay muchas cosas que turban o deprimen al hombre moderno, como el trabajo, la presión que sufre para lograr las metas del mes, también miedo a perder el puesto que le asegura la renta del mes, los problemas con su pareja, estos pueden causar depresión profunda por una relación llena de conflictos llevándolo a no seguir viviendo; los problemas financieros de no tener dinero lleva al hombre a colapsar de ánimo. Todas estas situaciones que sufre el hombre pueden tener solución.
Pero la mayor depresión o angustia de espíritu que pueda tener el hombre moderno es la falta de Dios en sus problemas de la vida. El salmista estaba experimentando una falta de Dios profunda y decía: ¿Por qué te abates, alma mía? Él tiene una esperanza de la liberación de Dios.
Mientras tanto, él no va a “ceder” a sus sentimientos de depresión y el desánimo. En cambio, se pondrá a prueba y los llevará ante el Señor.
Él dice que los sentimientos “inquietos”, “echado abajo” y “esperanza en Dios”.
Él vendrá a dar un aliento de esperanza en ese estado de desánimo.
La ayuda que todos nosotros podemos tener en momentos de desesperación, no importa si eres creyente o no, es clamar a Dios para recibir una esperanza viva de ánimo de parte de nuestro creador.
