Las fiestas de los monos no solo se producen en la selva africana, también se dan con bastante frecuencia y de diversas formas en la selva deportiva del país.

Unos “rabazos” inesperados terminan con relaciones que aparentaban sólidas como una roca.

Pero cuando los egos se sienten afectados en esas festividades, el macho dominante siempre hace correr a los aspirantes a desplazarlo.
Eso está ocurriendo en las relaciones, hasta hace poco con apariencias de mansedumbre entre la fedaración de Taekwondo y el medallista Gabriel Mercedes, quien ahora ve como le están cayendo todos los palitos de la selva, cuando hasta hace poco nadie, absolutamente nadie, osaba deambular por sus predios sagrados.

Mercedes denuncia que tras sus triunfos deportivos, la federación se ha beneficiado con un aumento de presupuesto, pero que como creen que el está en el ocaso de su carrera, se han dado a la tarea de “maltratarlo”.

Si la denuncia es cierta es una desconsideración, pero muchas veces por estos predios, cuando se produce el retiro, lo mejor es seguir el ejemplo del macho dominante, que abandona para siempre la manada que dominó a su antojo.