Los siete diputados del PRM que no ingresaron al hemiciclo para impedir que los legisladores opuestos a las primarias abiertas hicieran “quorum” tienen que contar ahora una historia de vaqueros para explicar esa actitud en franco desafío a la decisión de esa organización.
La que hicieron solo los incrimina más o aumenta la sospecha de que estaban contando algo más que manos levantadas.
Los 90 opuestos se mantuvieron ahí y podían hasta celebrar sesión si esos siete no se escurren.