Santo Domingo.-Un problema de inseguridad alimentaria en Haití pudiera tener impacto en el flujo migratorio de ciudadanos de ese país hacia República Dominicana, pero también sería una oportunidad de aprovechamiento, porque el país podría ofertar alimentos más allá de la demanda de sus habitantes.
Así lo aseguraron economistas luego de que el gobierno haitiano y la Organización de las Naciones Unidas pidieron ayuda a organismos internacionales para hacer frente a la sequía que afecta el noroeste de esa nación, que generaría una situación de inseguridad alimentaria aguda.
La situación provocó que una delegación del gobierno y la ONU viajara la semana pasada a localidades afectadas donde el Programa Mundial de Alimentos distribuyó mil 500 toneladas de raciones entre 164 mil personas en condición de vulnerabilidad, principalmente mujeres y niños.
“Hacemos un llamado a una mayor contribución de los socios de Haití para dar una respuesta duradera a la situación en el norte, en el marco global de la lucha alimentaria que sigue afectando a 600 mil personas”, clamó Hébert Docteur, asesor del primer ministro haitiano.
Reacciones
Los economistas Jacqueline Mora, Antonio Ciriaco y Henry Hebrard coincidieron en que una situación de hambruna en Haití, en caso de ser aprovechada, pudiera convertirse en una oportunidad de aumentar la producción de productos agrícolas para suplir la demanda del vecino país.
Antonio Ciriaco explicó que una situación de gravedad alimentaria presionaría los flujos migratorios, ejercerá presión en la demanda de alimentos y generaría una condición que pudiera presionar la producción nacional a incrementar la demanda.
Indicó que en el país no hay condición de problema alimentario, ya que su producción cubre el 87%.
Oportunidad y riesgo
Para Jacqueline Mora, de producirse esa condición en Haití pudiera provocar un impacto en República Dominicana, porque se podrá tener la capacidad de exportar productos que no son comercializados con esa nación.
Dijo que esa situación producirá un éxodo de haitianos por la frontera y una vez más el país tendrá que ayudar a Haití como lo ha hecho siempre, porque “los problemas de Haití son problemas de RD”.
Agregó que con la oportunidad de incrementar las exportaciones hacia allá también se corre riesgo por el tema de un menor crecimiento económico.
Henri Hebrard sostiene que un incremento en la demanda de productos, en vez de traducirse en un problema para el país pudiera significar una buena noticia, porque tendría que pensar en una producción adicional para suplir la demanda haitiana.