El Consejo Nacional de la Magistratura se reúne hoy, por primera vez en más de cinco años, con la misión de designar a los componentes del Tribunal Superior Electoral y sustituir a cuatro jueces de la Suprema Corte de Justicia que han dejado vacantes.

Tres son magistrados de carrera, y un cuarto juez, que no necesariamente debe serlo.

Las veces que ese organismo ha sido convocado, a raíz de su creación en la Constitución de 1994, ha generado grandes expectativas, pues siempre tiene en agenda decisiones importantes.

Esta oportunidad no es la excepción.
El presidente Danilo Medina se estrena dirigiendo el Consejo Nacional de la Magistratura y está llamado a conducirlo con mesura y en busca del bien común.

Cinco de los ocho componentes de ese organismo son depositarios del voto popular (presidente, dos diputados y dos senadores), dos representan la judicatura (el presidente y un miembro de la Suprema Corte de Justicia) y uno representa al Ministerio Público (el procurador general de la República).

Sobre los hombros de ellos recae una gran responsabilidad, por lo que se hacen merecedores de un acompañamiento social y un voto de confianza.

La Constitución de la República ha puesto sobre estos ciudadanos distinguidos una gran responsabilidad en la conformación de organismos importantes para el fortalecimiento institucional del país.
Confiamos en que actuarán inspirados en los mejores intereses nacionales.