A la hora de crear una contraseña fuerte, es fundamental tener en cuenta varios aspectos que aumentan su resistencia a los ciberataques.
Estos son algunos puntos clave que comparte ESET, compañía especializada en detección proactiva de amenazas:
· Longitud: La longitud de una contraseña es un factor clave en su seguridad. Las más largas proporcionan una barrera que es más difícil de penetrar para los ataques de fuerza bruta, en la que los piratas informáticos intentan todas las combinaciones posibles para obtener acceso a una cuenta.
Se recomienda que las contraseñas tengan al menos 12 caracteres, pero cuanto más largas, mejor.
Una contraseña con 20 caracteres o más es aún más segura.
· Complejidad: Además de la longitud, la complejidad juega un papel crucial. Una segura debe incluir una variedad de caracteres, como letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos especiales como @, #, $, % y más. Esta inclusión las hace más difíciles de descifrar.
Aleatoriedad: Evitar patrones predecibles o secuencias obvias. Las contraseñas que consisten en palabras comunes, nombres de personas, fechas de nacimiento o cadenas como ‘123456’ o ‘qwerty’ son extremadamente vulnerables a los ataques.
Lo recomendable es optar por contraseñas generadas aleatoriamente o crea tus propias combinaciones que no tengan nada que ver con la información personal.