La condena impuesta por las juezas del Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional contra los implicados en la muerte del joven David de los Santos, policías y civiles, de alguna manera deberá servir de freno y de ejemplo para agentes policiales, de seguridad privada y personas como esos civiles que tuvieron o tienen las agallas de golpear a alguien indefenso y aparentemente fuera de un estado emocional normal.
La autoridad no debe prestarse para ser cómplices de nada que esté en contra de las leyes, como hicieron esos agentes que ayer fueron condenados a 15 años de prisión.
Hay muchos representantes de las autoridades que parece se les olvidó la esencia de sus funciones, y en cambio, se creen que la investidura de autoridad, es para hacer lo que quieran en detrimento de los indefensos. Que esto sirva para que cada quien se dedique a ejercer sus funciones apegada a la Constitución.