Las autoridades de Grandes Ligas están inmersas arreglando el legendario estadio Latinoamericano, que popularmente es reconocido en Cuba como “El Coloso del Cerro”, donde llevarán a los Rayos de Tampa a jugar el próximo 22 de marzo una serie de fin de semana contra un equipo local.

Realmente es injusto que las Grandes Ligas decidieran ir a jugar y arreglar el estadio de Cuba dejando a un lado al estadio Quisqueya Juan Marichal de la República Dominicana, que hace tiempo está deseoso de ver a sus jugadores accionando en el país, utilizando los uniformes de sus equipos estadounidenses.

Aunque es hartamente conocido que un alto componente político tuvo bastante que ver con esta decisión.
Por cierto, ese evento pondrá a pruebas a las autoridades cubanas, quienes deberán variar las medidas que existen, como la de no permitir el consumo de alcohol en el estadio.

Aún así, la decisión de Grandes Ligas se parece bastante a la de aquellos políticos que les dan ‘villas y castillos’ a los que están en las aceras del frente y se olvidan de aquellos que siempre les han apoyado para llegar hasta el lugar en que se encuentran.

Las autoridades de Grandes Ligas jamás pueden obviar el aporte que hacen cada año los jugadores dominicanos para que ese evento se eleve en los ratings de popularidad, razón por la que no es descabellado solicitarles que coloquen el estadio Quisqueya Juan Marichal en condiciones para celebrar juegos de la Gran Carpa.

El año pasado se comentó que la oficina del Comisionado de las Grandes Ligas estaba interesada en invertir en el arreglo del estadio, sin embargo, todo se quedó en veremos.

Si realmente hay esa intensión, sería un buen momento para retomar el tema, ya que existe gran tiempo para hacerlo, sin tener que afectar la celebración del torneo de béisbol invernal del país.
Y recibiríamos bien esa ayuda, porque realmente nos la merecemos.