Un voto por más poder ciudadano

Un voto por más poder ciudadano

Un voto por más poder ciudadano

Carlos Salcedo

Las elecciones de este próximo domingo son una oportunidad para ejercer el poder ciudadano. No nos ceguemos, veamos bien la calidad del candidato y sus propuestas para el mejoramiento de nuestra vida en la ciudad, pueblo o distrito municipal: en salubridad, educación ciudadana, ornato, medio ambiente, organización territorial, seguridad, albergues para animales y personas en estado de vulnerabilidad, entre otras.
Hay buenas propuestas.

Deberían ser apoyadas. Otras no tan buenas, otras malas y hasta pésimas y preocupantes. Unos candidatos experimentados y gestiones que los avalan. Otros con experiencia; pero con desempeños cuestionados. Estos últimos y con ofertas vacías deberían ser castigados.

A través de la eficiente administración de los recursos públicos, de la inversión en el desarrollo y bienestar de la gente y de las alianzas público-privadas, los gobiernos locales deben suministrar los bienes y servicios necesarios para el buen desenvolvimiento de las comunidades locales.

Pero antes deben identificar las necesidades de sus comunidades e involucrar a los ciudadanos en los planes para resolver los problemas que afectan a cada colectividad de su demarcación.

Los alcaldes, regidores, directores y vocales deben ser justos y razonables en sus decisiones, en las regulaciones y en el cobro de las tarifas aplicables a los servicios brindados.

Las autoridades locales deben ser responsables; cumplir los mandatos legales y realizar gestiones eficientes, eficaces y transparentes; rendir cuentas de sus labores y permitir el acceso seguro y amplio de los ciudadanos a las informaciones; y, consultar siempre a los ciudadanos/as para tomar las mejores decisiones.

Cuando hablo de eficacia y eficiencia en la implementación de políticas públicas en el caso de los gobiernos locales, me refiero a que los ayuntamientos deben cumplir con sus agendas programáticas de bienestar y desarrollo de las comunidades y a que las autoridades edilicias deben hacer un uso razonable e idóneo del personal y de los recursos de que disponen.

Creo que debemos votar, pues, por quienes puedan sacarle el jugo a sus presupuestos, para que hagan verdaderas y productivas inversiones ciudadanas y territoriales; y, por quienes nos posibiliten vivir en ciudades, pueblos y distritos municipales en los que los de otros territorios quisieran habitar. El voto es una expresión del poder ciudadano, ejerzamos este derecho.



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