Un verdadero amigo

“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano” (Proverbios 18:24).

Pedro, en plena reunión de gerentes, recibe una llamada urgente de su amigo Manuel. Toma su teléfono y: “Hola Pedro, quiero hablar algo importante contigo, me puedes escuchar”.

Pedro mira al frente y se encuentra con los ojos de todos sus compañeros, hace un silencio y habla con sus colegas, pide permiso y decide hablar con su amigo… Ese detalle salvó la vida de Manuel.

Creo en lo más profundo de mi ser que los amigos los regala Dios, ellos son como una ayuda para los momentos de alegría, tristeza, soledad y abundancia, etcétera.

Cuando un amigo te confronta y te dice la verdad, puede resultar no agradable al principio, pero cuando lo meditas, sus palabras se convierten en fortaleza para tu vida. Necesitamos amigos que sean ese apoyo en el hombro, o simplemente que te quieran por quien eres… eso no tiene precio.

Hay amigos que desaparecen con el tiempo, pero cuando aparecen llegan para traernos a la memoria recuerdos imborrables.

Proverbios 17:17 dice: “En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia”. Un amigo es para siempre y se demuestra realmente la amistad en los problemas y la ansiedad.

Los amigos son como las olas, que nunca se separan del mar, así son los amigos con sentimientos nobles.

Un ejemplo de un verdadero amigo es Cristo, dice la Biblia en Juan 15:13 “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros soy mis amigos si hacéis lo que yo mando”. Jesús puede ser tu amigo, él nunca te fallará.