¡Un Tesla!

¡Un Tesla!

¡Un Tesla!

Federico Alberto Cuello

¿Un Tesla? ¿El más moderno carro eléctrico? En ese y no en otro llegó Luis Abinader al Congreso Nacional el día de su investidura. Nadie pudo quedarse indiferente ante esta señal de nuestro nuevo Presidente.

¿Por qué y para qué promover las energías alternativas en el transporte?

Porque quemar petróleo y derivados produce 73% de las emisiones de CO2 en RD. Mundialmente, la proporción es 34%. Pero en Europa y los EEUU por lo menos se respetan los estándares de calidad del aire para reducir sus emisiones—casi la mitad de las acumuladas— y combatir las enfermedades respiratorias.

Porque, al incumplirse los estándares en RD, dos de cada cinco bebés mueren antes de los 28 días de nacidos por problemas respiratorios y 810 por 100,000 habitantes también mueren prematuramente. Así, el aire sucio afecta de manera desproporcionada a nuestros niños.

Porque quemamos petróleo y derivados en la electricidad y en el transporte. Pero la generación eléctrica es cada vez más limpia. Anualmente entran al sistema unos 100MW de renovables.

Por ello, la eólica, hidroeléctrica y solar aportan ya la cuarta parte de la energía generada. Y la termoeléctrica se reconvierte rápidamente al uso del gas natural, el más limpio de los combustibles fósiles.

Porque limpiar el aire requiere también utilizar energías alternativas en el transporte. Quizá por ello la promesa de campaña de fomentar proyectos para usar “vehículos eléctricos, a gas natural y con LPG, tanto en el transporte masivo…como en el transporte de carga y en vehículos utilitarios.”

La Unión Europea es la región del mundo que más ha reducido sus emisiones. Allí se ejecuta desde 2013 una estrategia integral de combustibles alternativos y un plan de instalación de infraestructura para recargar energía y repostar combustibles alternativos.
El ejemplo europeo indica que la transición toma tiempo.

Debe acompañarse de estándares de calidad del aire cada vez más estrictos. Debe además abarcar tanto el transporte terrestre como marítimo.

Por último, debe incluir en la definición de energías alternativas a la electricidad, al gas natural y al hidrógeno para que puedan coexistir opciones de transporte con distintos rangos de autonomía.

La UE aspira a tener un número apropiado de puntos públicos de recarga eléctrica para finales del 2020. Este año también deberá existir disponibilidad de gas natural comprimido en áreas urbanas, semiurbanas y otras densamente pobladas.Para 2025 espera tener disponibilidad de hidrógeno en un número apropiado de puntos de expendio y de gas natural licuado en los puertos así como para el uso de vehículos pesados.

Algunos anticipan—quizás con razón—pérdidas recaudatorias por reducir el uso de petróleo y derivados. En lo que va del año, la pandemia y el confinamiento han deprimido la actividad económica, reduciendo en 15% los ingresos por impuestos a dichos hidrocarburos cuyo consumo cayó abruptamente.

Pero más que un problema, es una oportunidad para modernizar nuestra tributación, para limpiar el aire que respiramos, salvar a nuestros niños y frenar el calentamiento global.



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