Un raro atentado

Un raro atentado

Un raro atentado

Llama la atención el segundo deslave en cuatro meses ocurrido en el lugar denominado Derrumbao, de la carretera que une a varias comunidades entre Barahona y Pedernales.

En la primera ocasión, al amanecer del lunes día 25 de septiembre, la tierra de una ladera obstruyó la carretera sometida a un proceso de reconstrucción y por el hecho el paso de vehículos y personas estuvo suspendido durante varios días.

A partir de una corrección parcial concluida el miércoles, día 27 del mismo mes, se le mantuvo controlado mientras se continuaba con la obra de reconstrucción y se le buscaba remedio al incidente.

En la ocasión el percance fue atribuido a la carga de agua de lluvia en aquella ladera de la sierra de Bahoruco.
Ante el suceso actual, el Ministerio de Obras y el Instituto Nacional de Aguas Potables atribuyen el deslave en Derrumbao a un sabotaje realizado por varias personas armadas, las cuales habrían ingresado a la obra de toma del acueducto de las comunidades El Arroyo, La Ciénaga, Juan Estaban, Bahoruco, El Quemaíto y parte del municipio de Barahona.

De esta información suministrada desde un ministerio y un instituto, ambos del Estado, se deduce que el primero de estos dos percances que han tenido como consecuencia la interrupción del tránsito de vehículos entre comunidades vecinas y entre Barahona y Pedernales tuvo su origen en un hecho de la naturaleza y en el segundo en un atentado.
¿Es posible hoy día entre nosotros un atentado contra una obra de interés público?

Debemos suponer que este caso está siendo investigado a fondo.
Y que nada quedará sin esclarecer de un hecho del cual ha sido entregada una versión a la prensa, lo que hace suponer que también han sido puestos al corriente el Ministerio Público y la Policía Nacional.

La realidad sobre la cual se desenvuelve la República Dominicana de hoy se sostiene sobre un margen de paz social y de seguridad en el que todos confiamos.
Y debe mantenerse.



El Día

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