El pueblo dominicano, representado a través de todos los ciudadanos mayores de edad, está convocado a las elecciones primarias del próximo 6 de octubre, luego de una impresionante jornada proselitista agotada por los partidos participantes.

Se trata de una fecha importante, por varios factores. El primero se fundamenta en la característica del voto electrónico.

Y, segundo, por las diversas posiciones electivas y de escogencia simultánea que tendrán a su disposición los electores.

Afortunadamente el sistema democrático que rige a República Dominicana no estará a prueba. Aun en vías de desarrollo hacia su perfección, los dominicanos tenemos un sistema democrático que se ha consolidado a través de las urnas.

Y los procesos electorales han permitido la alternabilidad en la administración del Estado en las últimas tres décadas.

En esta convocatoria, antesala de las elecciones generales de 2020, ¿qué esperamos? Un comportamiento cívico, reflexivo, apegado a las mejores propuestas de cara al futuro del país.

Los convocados, ya sea a los procesos cerrados como a los abiertos, deben votar sin coacción, con toda libertad.

Y la libertad absoluta tiene su máxima expresión en el cumplimiento de un mandato constitucional que invita a escoger a las autoridades gubernamentales, a todos los niveles, mediante el voto de los ciudadanos mayores de 18 años.