Hay tragedias que son lamentables, que causan dolor humano, pero traen soluciones. Al menos eso nos demuestra la reunión que hizo recientemente el Ministro de Industria y Comercio con su gabinete y varias instituciones privadas vinculadas a la comercialización y venta del gas licuado de petróleo.
En resumen, la reunión sirvió para conocer que la cartera trabajará en la revisión del reglamento 2119, sobre uso y regulación de gas licuado de petróleo (GLP). Y qué bueno que se aboque a esta actualización, ya que el proceso permitirá una mayor regulación y fiscalización efectiva en ese sector, con un reglamento adaptado a los nuevos tiempos.
El reglamento de marras data del 29 de marzo de 1972. O sea, que fue aprobado en el siglo pasado. Aun así se mantenía en vigencia.
El Ministerio de Industria y Comercio tardó 44 años y la reciente tragedia de la envasadora de Los Ríos para darse cuenta que contaba con un reglamento obsoleto, que no se correspondía con los avances que habían experimentado el país y los negocios del sector en los últimos tiempos.
Tal como expresó Industria y Comercio, a través de su titular, “la actualización de esas normativas y evaluar dicho reglamento, será para beneficio de los consumidores, las comunidades, los comerciantes y distribuidores”.
Pero sobre todo llevará sosiego y mayor seguridad a la población, ya que podría contemplarse el traslado de ciertas envasadoras de gas que operan en el corazón de importantes sectores y residenciales.