Un nuevo intento con el Código Penal

El llevado y traído proyecto de Código Penal ha vuelto a ser removido de la gaveta a la que había sido enviado el año pasado, cuando pasó la prueba en el Senado, pero no pudo superarla con los diputados.

Ahora ha sido entregado a una comisión especial de senadores con la esperanza de que estos recomienden nuevamente su aprobación.

Los años de este proyecto en el Congreso Nacional, y fuera de allí, se cuentan por décadas. No se puede olvidar que en algún momento fue convertido en ley y promulgado, pero detenido antes de que concluyera el año de plazo establecido para su entrada en vigencia.

Como es sabido por quienes han seguido de cerca este largo ciclo del proyecto, iniciado a principio del siglo, en la base de las dificultades para su aprobación se encuentra lo referente al aborto y las denominadas “tres causales”.

A la vuelta del proyectado código a las manos de senadores comisionados se han adelantado voces que solicitan su aprobación, pero pocas de ellas, si por un azar del destino avanza en esta esta ruta, estarían de acuerdo en alcanzar un compromiso para la modernización y coherencia de las normas penales.

Algunas partes de este código se remontan al último quinto del siglo XIX y otras a modificaciones introducidas con el paso del tiempo bajo la presión coyunturas particulares.

La de estos tiempos no son coyunturas, sino la transformación de la sociedad dominicana bajo el peso del cambio de los tiempos, con realidades inimaginables hace cien o ciento cuarenta años.

Vivir la era de la Internet y regirse por normas penales de los días de la montonera es un cuadro definitivamente absurdo.