El presidente Luis Abinader escuchó con atención de estadista a un colectivo de expertos sobre la opción de dotar a Santiago de un monorriel.
El término monorriel se usa para describir un tren compuesto de varios vagones, que sirve para transportar personas. Y, contrario al metro, este siempre se desplaza a cielo abierto, sobre una estructura de un solo riel.
Este medio de transporte público y masivo se contempla como una eficaz solución, independientemente de su costo, para una ciudad en desarrollo y crecimiento demográfico como Santiago.
El hecho de que haya una comisión de expertos involucrada revela que se trabajó la idea con tiempo de anticipación, ya que una obra de esa magnitud tiene serias implicaciones. Eso incluye cálculos de todo tipo. Tanto de las condiciones del subsuelo como el monto del presupuesto que demanda la inversión a corto plazo.
Todavía está en evolución la idea de dotar a Santiago de ese monorriel como medio masivo de transporte público. En una primera etapa el sistema se limitaría a ocho kilómetros. Una vez la idea pise tierra firme habrá que sentarse en una mesa de diálogo con varios sectores de la vida provincial y su entorno.
Eso incluye en primer plano a los empresarios, así como federaciones y sindicatos de choferes. De todas formas, se trata de un punto de partida importante que incidirá de manera decisiva en el progreso de Santiago. Y eso no puede detenerse.