Un ministerio sin ministro

Un ministerio sin ministro

Un ministerio sin ministro

Jesús Díaz

Mientras el régimen actual del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), gobierno encabezado por Danilo Medina, nos embulla con caramelos, el país nuestro; sí, el de los dominicanos, tiene un mes sin ministro de obras públicas.  Hace cuatro semanas quien estaba al frente de esa dependencia, el señor Gonzalo Castillo, renunció para dedicarse a buscar la nominación presidencial de su partido para las elecciones del año 2020.

En tanto uno se pregunta sobre los compromisos adquiridos por ese ministro, como: pagos de empresas contratistas, obras que están atrasadas como la carretera Navarrete Puerto Plata, hospitales que no se terminan y que los asumió el ministerio, ¿quién les dará seguimiento? ¿La firma del señor Castillo ante los bancos del estado sería cambiada?

¿La Cámara de Cuentas realizaría alguna auditoría correspondiente al manejo de los recursos del Estado en el desempeño de sus funciones frente a ese ministerio?, sobre todo cuando éste no ha justificado el gasto de su campaña.

Debemos recordar que el 16 de agosto del 2012  cuando fue designado en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), el empresario y político Gonzalo Castillo Terrero, declaró por ante la Oficina de Evaluación y Fiscalización del Patrimonio de los Fondos Públicos, un patrimonio de RD$ 504, 656, 443.4, y deudas de más de 72 millones de pesos, renunciando éste  el 5 de agosto del 2019.

La declaración jurada de bienes, tanto al ser posesionado  como al renunciar  de ese ministerio, debe ser una carta pública del señor Castillo y por ende de las autoridades correspondientes.

Pero; ante su renuncia y el presidente de la república no nombrar  un nuevo ministro, están las primarias del partido oficial el 6 de octubre, cosa que puede ser esto una jugada más del danilismo.

Ocurrido esto no sabemos si realmente el señor Castillo se mantiene dirigiendo desde fuera uno de los ministerios  más importantes del tren gubernamental.

Lo que sí debe quedar claro en éstos momentos es quién desarrolla las funciones de programación de obras, garantía de ejecución, las calidades técnicas, controles financieros del MOPC. En campaña las instituciones  y su institucionalidad  no debe entenderse como un patrimonio personal, ni de un nombre ni de hombre, el asunto es INSTITUCIONALIDAD, en mayúsculas.



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