De acuerdo a la doctora Mischelenin González Róquez, el Papanicolau es un método diagnóstico no doloroso, su práctica es fácil y rápida.

González Róquez explica que se coloca un espéculo en la vagina, para separar sus paredes y lograr visualizar el cuello del útero, se introducen cepillo o espátula en el orificio cervical y se gira varias veces para tomar la muestra de las células, luego se envía la muestra tomada a patología y según el resultado se da seguimiento. Existen dos tipos de papanicolau, el tradicional y el de base líquida.

Estas dos pruebas son diferentes, en el tradicional, la fijación de las células en el porta objeto no se realiza desde el mismo momento en que se toma la muestra, hay mayor posibilidad de obtener falsos positivos, la muestra no permite realizar estudios adicionales como el virus de papiloma humano (vph).

Mientras que en base líquida, tal cual como su nombre lo indica, la muestra es tomada con un cepillo y es fijada en un medio líquido, las probabilidades de falsos positivos es muy mínima, hay menos riesgo de obtener muestra insatisfactoria. Lo más importante es realizar la prueba anual sin importar cual esté al alcance de la paciente. Se recomienda una vez al año si ya iniciaste vida sexual.

Cuando lo vayas a programar debes de no tener la menstruación, no haber usado óvulos, cremas vaginales, espermicidas, tapones o haber tenido relaciones sexuales 24 horas antes de realizar la prueba.