Su único pecado ha sido ser inmigrantes. Haberse negado a la lealtad ideológica. Y ser acusados de antisemitas.
A veces la geopolítica se manifiesta con ironía kármica. Estados Unidos, que acogió la estampida de las mentes más brillantes de la Alemania nazi para, aprovechando su conocimiento imponerse airoso en la segunda guerra mundial y la guerra fría, ahora los rechaza.
Se recrea así el mismo ambiente que llevó a esos judíos a desertar de la nación hitleriana de entonces.
Pero mientras por estos lados esos talentos científicos anidados principalmente en la universidad de Harvard, son considerados subversivos, la Universidad de Hong Kong le abre sus puertas ofreciéndoles todas las facilidades al alcance. Bastante consciente del valor y la escasez del conocimiento a gran escala.
China ha intensificado sus esfuerzos para atraer talento extranjero, con una visa "K" para jóvenes profesionales en ciencia y tecnología, que permite estancias prolongadas y entradas múltiples. Además, las universidades han extendido invitaciones abiertas a estudiantes internacionales afectados por las políticas migratorias del Tío Sam.
Estas universidades ofrecen admisión incondicional, procedimientos de solicitud simplificados y apoyo académico para facilitar la transición.
El prepuesto estadounidense para 2026 prevee la reducción de un 40% en fondos para la ciencia.
Y China no solo construye nuevas universidades, laboratorios, sino ciudades enteras dedicadas a la innovación. El aumento de la inversión ha sido casi del 50% entre 2020 y 2024. Superó los 3.6 billones de yuanes ($496 mil millones) y representó el 2.68% del PIB.
Se estima que el gasto en inteligencia artificial superará el medio billón de dólares en 2026.
El talento científico es fundamental para el desarrollo de cualquier nación. Máximo para estas potencias imperiales.
¿Pero si en vez de apoyarlo e incentivarlo, lo enfrentan, desacreditan y entregan en bandeja de plata…
Esta falta de visión hace comprender mejor porque los chinos cada vez afianzan más su poder comercial y económico, dejando atrás a los otras potencias.
Como sugiere Sun Tsu: ganan sin luchar.