Cuando faltaba una semana para las elecciones municipales de febrero pasado algunos comentaristas se preguntaban cómo nos haríamos con una campaña electoral de aquel nivel de intensidad hasta mediados de mayo, cuando tendrán lugar las elecciones de presidente, vicepresidente, diputados y senadores.
Un mes y medio después llama la atención la escasa vitalidad de los partidos, los candidatos y de la política en sentido general, como si carecieran de medios y recursos para la movilización de sus seguidores y la promoción de candidaturas.
¿Y el dinero?
Puede ser por falta de dinero, porque para superar la resaca causada por los resultados de los comicios de febrero ha pasado bastante tiempo.
En cambio, si faltan recursos materiales, el único que hará campaña política será el gobierno.