SANTO DOMINGO.-“El proceso oncológico se divide en varias fases y una de ellas es la fase del diagnóstico. En el instante en el que una persona recibe un diagnóstico de cáncer, este se considera como un momento de crisis o de riesgo vital, debido a que esta empieza a considerar la posibilidad de que puede morir, es decir, que se hace consciente de esta posibilidad”.
Así lo afirma la psicóloga Darlenys Sanfle, al explicar el impacto de un diagnóstico de cáncer urológico en la salud emocional de un paciente.
Asegura que esto puede generar una serie de reacciones entre las cuales están el shock, aturdimiento, sorpresa y desbordamiento emocional. Pero dice esto no siempre se cumple así con todos los pacientes.
Manifiesta que el paciente se ve expuesto a varias emociones, así como a los síntomas y limitaciones, por ser una enfermedad que viene acompañada de diversos problemas y esto puede mermar la calidad de vida de estos pacientes.
La psicóloga que consulta en el Grupo Urus, aclara que esto dependerá de diversas variables como en este caso el tipo de cáncer, de por sí el cáncer urológico vendría siendo un conjunto de cánceres que afectan a los del sistema urinario y reproductores masculinos.
Y otra variable sería lo avanzada que esté o no la enfermedad, el tipo de tratamiento que requiera, la red de apoyo que posea el paciente, los recursos y las estrategias de afrontamiento que éste utilice.
La especialista destaca que un paciente que es diagnosticado con un cáncer, su vida eventualmente va a cambiar porque se van a agregar una serie de modificaciones con relación al cuidado, se pueden reducir actividades o puede que la persona tenga que adquirir otras actividades para mejorar su cuidado.
“Así que va a depender de cómo el paciente se adapte a estos nuevos cambios y esto va a repercutir en su calidad de vida de un modo favorable o desfavorable por ejemplo, una persona que la diagnostiquen con un cáncer urológico que no posea una red de apoyo sólida y que utilice una estrategia de afrontamiento centrada en la emoción, tendrá menor percepción de calidad de vida en comparación a los que sí tengan esos recursos y su estrategia de aprendimiento sea distinta”, dijo.
Drena sus emociones
Al hablar de las emociones, Sanfle explica que el paciente oncológico puede experimentar diversas reacciones agregando: “Y menciono reacciones porque no solamente vemos emociones, sino que al momento del diagnóstico se puede experimentar una serie de emociones, que estas pueden ser reacciones físicas, cognitivas, emocionales, conductuales y espirituales.
A nivel físico el paciente se hace más consciente de su cuerpo y hay manifestaciones físicas del estrés como dolores de cabeza, tensión en los hombros, malestar estomacal, cansancio, entre otras” .
Cita que a nivel cognitivo, la más común o compleja es la negación.
Afirma que la negación es un mecanismo de defensa que se instaura cuando el paciente no es capaz de tolerar la realidad tal cual es y requiere de un tiempo para comprender, asimilar y acomodar la información de su nueva realidad.
Comenta que también se presentan pensamientos o preocupaciones relacionados a los cambios de imagen que esto va a repercutir a la larga con su auto estima.
Dijo que a nivel emocional se exacerban la culpa, el enojo, la tristeza, apatía, miedos, ansiedad.
La experta de la conducta refiere que a nivel conductual está la hipersensibilidad, es decir, el paciente se vuelve extremadamente consciente sobre su entorno, ellos piensan cómo los tratan sus amigos, la familia, el personal sanitario que le atiende, etc.
Finalmente, destaca que a nivel espiritual se ve la búsqueda del significado, es decir, este propósito que viene a tener la enfermedad en su vida, que viene a enseñarle y que tienen que aprender del proceso. Sostuvo: “Algunas personas, en especial las que son religiosas, pueden cuestionar su fe frente a Dios y también cuestionarse por qué a mí, por qué ahora.
Se espera que en el momento del diagnóstico estas reacciones que se presentan, sean muy intensas y a medida que vaya transcurriendo el proceso oncológico, estas vayan disminuyéndose o atenuándose y el paciente se pueda adaptar al proceso oncológico”.
Patologías mentales
— Las más frecuentes
Describe que las patologías mentales más frecuentes en los pacientes oncológicos, son la ansiedad, depresión, trastornos adaptativos, alteraciones de la personalidad, trastornos de estrés postraumático, disfunciones sexuales y un aumento del riesgo suicida.
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Erika Rodríguez
Periodista, ganadora del Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua en la categoría Gastronomía y Turismo.
