Un día como hoy se interpretó el Himno Nacional por primera vez

Un día como hoy se interpretó el Himno Nacional por primera vez

Un día como hoy se interpretó el Himno Nacional por primera vez

Santo Domingo.- Un día como hoy, pero de 1883 fue interpretado por primera vez en público, el Himno Nacional Dominicano en el local de la Logia Esperanza #9, localizada en la Casa de Las Gárgolas, Calle Las Mercedes No. 4, en la ciudad de Santo Domingo.

El Himno Nacional es la composición musical patriótica que representa al país y que, junto con la bandera y el escudo, tiene la categoría de símbolo patrio.

Fue compuesto por Emilio Prud’Homme y la partitura musical del Himno fue creada por el Maestro José Reyes en 1883, quien le pidió a Prud’Homme que escribiera unos versos patrióticos que acompañaran sus compases.

La segunda ciudad donde pudieron escucharse las notas musicales del himno nacional dominicano fue Azua.

La música tuvo un éxito instantáneo, de tal forma que cuando los restos del libertador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte, fueron traídos desde Venezuela, se escogió la música compuesta por el maestro Reyes.

Sin embargo, las letras de Emilio Prud’Homme contenían errores en referencias históricas y algunos defectos de métrica.

Varios intelectuales dominicanos de la época criticaron esas letras e incluso escribieron nuevos versos que acompañaran la música del himno.

En 1897, Emilio Prud’Homme presentó de forma pública una versión corregida de sus letras originales, que terminó con los debates y fue aceptada por todos.

Son las letras actuales del himno, pero en las mismas, incomprensiblemente, no se exalta la figura de Matías Ramón Mella como fue hecho con Duarte y Sánchez.

Ese mismo año, el presidente Ulises Heureaux envió un proyecto de ley al Congreso para adoptar como el himno nacional dominicano, y se comenzó a usar en todas las ocasiones oficiales, pero Heureaux fue asesinado en 1899 antes de tener ocasión de promulgarlo.

La extraordinaria convulsión política del inicio del siglo XX en la República Dominicana impidió que se tomaran acciones sobre los símbolos de la Patria.

En 1934, bajo el gobierno de Rafael Trujillo, el Congreso adoptó la composición de Emilio Prud’Homme («Himno Nacional») con la música de José Reyes como el Himno Nacional dominicano.

El himno se aprobó de manera oficial el 30 de mayo de 1934 mediante la Ley No.700 que, en su artículo 1, establece, cito: “Se declara himno oficial de la República el compuesto por el maestro José Reyes con letras del poeta Emilio Prud’homme”.

Actualmente el Himno Nacional es utilizado por decreto en ceremonias oficiales y en actividades de alto rango del Estado.

También es una obligación que las escuelas y otros centros educativos lo canten antes de iniciar las clases, al momento de izar la Bandera, que es otro de los símbolos patrios.

Como muestra de respeto y solemnidad, los dominicanos acostumbran a quitarse gorras o sombreros, y colocarlos en la parte izquierda del pecho, cuando entonan las notas del himno.

Al momento de la interpretación del Himno Nacional se debe adoptar una posición de atención y frente hacia la música, excepto cuando se está izando la Bandera. En este caso se honra a la misma.

Compartimos con ustedes las letras del Himno Nacional Dominicano
Quisqueyanos valientes, alcemos nuestro canto con viva emoción,
Y del mundo a la faz ostentemos nuestro invicto, glorioso pendón.

¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte, a la guerra a morir se lanzó, cuando en bélico reto de muerte sus cadenas de esclavo rompió.

Ningún pueblo ser libre merece si es esclavo, indolente y servil; si en su pecho la llama no crece que templó el heroísmo viril.

Más Quisqueya la indómita y brava siempre altiva la frente alzará; que si fuere mil veces esclava otras tantas ser libre sabrá.

Que si dolo y ardid la expusieron de un intruso señor al desdén, las Carreras! Beller!… campos fueron que cubiertos de gloria se ven.

Que en la cima de heroico baluarte de los libres el verbo encarnó, donde el genio de Sánchez y Duarte a ser libre o morir enseñó.

Y si pudo inconsulto caudillo de esas glorias el brillo empañar, de la guerra se vió en Capotillo la bandera de fuego ondear.

Y el incendio que atónito deja de Castilla al soberbio león, de las playas gloriosas le aleja
Donde flota el cruzado pendón.

Compatriotas, mostremos erguida nuestra frente, orgullosos de hoy más; que Quisqueya será destruida pero sierva de nuevo, jamás!

Que es santuario de amor cada pecho do la patria se siente vivir; y es su escudo invencible, el derecho; y es su lema: ser libre o morir.

¡Libertad! que aún se yergue serena la Victoria en su carro triunfal, y el clarín de la guerra aún resuena pregonando su gloria inmortal.

¡Libertad! Que los ecos se agiten mientras llenos de nobles ansiedad nuestros campos de gloria repiten Libertad! Libertad! Libertad!

 



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