8 de marzo, un día clasista de las mujeres Trabajadoras

8 de marzo, un día clasista de las mujeres Trabajadoras

8 de marzo, un día clasista de las mujeres Trabajadoras

“No se puede comparar conmigo, yo soy una obrera, y usted me respeta! Yo peleo por mi trabajo. Usted haga lo que quiera, pero no se compare conmigo.” (Kati, obrera de la Pepsicop; edad, 33 años, Rosario Argentina).

8 de marzo “Día internacional de la mujer Trabajadora”. No es un día de todas las mujeres. No. Es necesario destacarlo una y otra vez. Trabajadora con mayúscula.

Es una ocasión más para rendir homenaje a aquellas que con su inteligencia, manos laboriosas, dedicación, pasión y sacrificio producen riquezas para toda la sociedad, pero de las que se apropian un puñado de mujeres y hombres (capitalistas) generando privaciones a las grandes mayorías incluyendo a las mismas trabajadoras que las produjeron.

Reivindiquemos el carácter clasista del Día Internacional de la Mujer, porque las fuerzas e instrumentos del capital se empeñan en vanalizar dicha conmemoración, cualquierizarlo; en convertirlo en un día de celebraciones y del mercado y así desfiguran el homenaje que rendimos a la mujeres trabajadoras del mundo que con su sangre, libertad y vida lucharon por nuestros derechos negados durante milenios.

No es una celebración para especiales de tiendas de electrodomésticos, vestidos, bolsos o cosméticos; ni para repartir chocolaticos, almuerzos y flores por la misma patronal que en los centros de trabajo nos regatea hasta el elemental derecho de orinar o tomar agua con la libertad que reclame nuestro cuerpo. No es una exageración!

Así se comporta la patronal en países como el nuestro, con débil movimiento sindical clasista, con democracia caricaturezca y gobiernos dóciles a los designios de las grandes corporaciones financieras internacionales que pautan los asuntos fundamentales de la economía y de la institucionalidad del Estado.

Foto: Campesina, cortesía de Pedrito Guzmán.

Foto: Campesina, cortesía de Pedrito Guzmán.

¿Cómo estamos las trabajadoras dominicanas en este 8 de marzo?

Con gran incertidumbre porque la patronal y el gobierno del PLD quieren imponer una contra reforma al Código de Trabajo que entre otros aspectos reduciría la licencia por maternidad de 90 días (lo actual) a 45; reduciría anularía el derecho de cesantía, establecería un sistema de turnos de trabajo (el llamado 4×4) que rompe las relaciones entre las trabajadoras de una misma unidad productiva o comercial, así como la convivencia familiar y con su vecindario, altera el ciclo del sueño, entre otros efectos no menos dañinos.

Las trabajadoras hoy estamos viviendo en dos países al mismo tiempo: El del crecimiento económico mejor mercadeado, (pero sin desarrollo); el de la burbuja de las tecnologías de la información y la comunicación con sus bien definidos ataques publicitarios de celulares, autos y electrodomésticos inteligentes y televisión satelital; el país de las oportunidades para “emprendedoras” (obligadas a prostituirse).

Ese país es el mismo donde las mujeres nos morimos de un cáncer que su prevención le cuesta al Estado menos de cien pesos; el país del mismo mismo Estado que hace muy poco o nada para que no nos maten los ex maridos y novios; el de la impunidad y la complicidad clasista; el mismo país donde el gobierno regala su oro y otros minerales a multinacionales; el mismo país donde a las mujeres nos pagan menos por el mismo trabajo que hacen los hombres; donde los hospitales están llenos de niñas parturientas; etc.

¿Y las expulsadas de mundo del trabajo asalariado? Peor!

Ante esta realidad, sigue pendiente el desafío de las trabajadoras dominicanas, de las corrientes del sindicalismo de clase, de las organizaciones revolucionarias y progresistas del país la promoción y conquista de la Unidad de Clase para la organización y movilización de las trabajadoras contra el Capital y todo lo que éste representa en la sociedad.

Saben los patronos que la educación y organización de la clase trabajadora alrededor de sus intereses genera una fuerza mayor que sus potentes y modernas maquinarias de alta tecnología. Por eso invierten en la división y dispersión de propósitos de la clase obrera.

Esa es su clave y a su servicio tienen el Estado burgués, sus democracias que no nos representan con sus instituciones de sostén: la escuela, la religión, medios de comunicación, incluso el modelo de familia que nos venden como “funcional”. Y para cuando eso no funcione y la rebeldía de las trabajadoras se imponga, entonces tienen un ejército de pobres y mal pagados soldados y policías listos para reprimir a las masas oprimidas.

No les faltan tampoco quienes en nombre de la defensa de los derechos de las trabajadoras y de “todas las mujeres”, sirven al patrón y al sistema de explotación y discriminación que nos impide ser personas libres en todas las dimensiones de la vida. Ser felices, para lo que nacimos!

Ese ideal supremo, es lo que hace que el 8 de marzo sea una conmemoración histórica que recuerde que es dedicada a las mujeres Trabajadoras…porque las hay también capitalistas y defensoras conscientes del sistema de explotación…y ellas, no aplican para esta conmemoración.