Un cliente de un restaurante de Illinois se comió un menú del día y el servicio debió ser tan bueno que decidió dejar una propina de 1,000 euros.
Sí, se gastó 18 euros en comer y dejó ese incentivo para el camarero, el cual no daba crédito de lo que encontró al llegar a la mesa. ¡
Según informa ‘Daily Mail’, Brendan Motil, el afortunado camarero, asegura que además del dinero, el cliente le dejó una nota en la cual le agradecía su amabilidad.