Un ciempiés de dos cabezas

Un ciempiés de dos cabezas

<P>Un ciempiés de dos cabezas</P>

En el supuesto de que la Junta Central Electoral apruebe las solicitudes que le acaban de hacer trece nuevos partidos políticos y movimientos cívicos, tendríamos un país con dos partidos mayoritarios y 33 minoritarios, incluyendo en esta última categoría al Reformista. O sea, algo así como un ciempiés de dos cabezas.

No guardo nada contra los partidos pequeños, en términos generales. La democracia se nutre de la diversidad de opiniones e ideologías, y las minorías merecen todo el respeto.

Lo que me preocupa es que no estoy convencido de que esa multitud de organizaciones políticas busca el bien del país.

Por el contrario, siento una cosquillita por dentro que me dice que, salvo las “consabidas excepciones”, lo que se busca en la mayoría de los casos son ventajas personales y privilegios que concede la ley.

Sin negarle a nadie el derecho de participar en la política y formar partidos o movimientos específicos, haría bien la Junta Central Electoral en endurecer un poco las condiciones y requisitos necesarios para poder participar en la gran piñata que es el sistema que nos rige.

Mientras tanto, le deseo suerte al organismo electoral, cuando se interne en el proceloso mar de las reclamaciones e impugnaciones que de seguro acompañarán las elecciones de 2010, cual mítico ciempiés de dos cabezas.

 



El Día

Periódico independiente.

TEMAS