Como en los mejores tiempos de Balaguer, que removía las ramas para los días de las fechas patrias, algunos funcionarios andan limpiando escritorios, porque en algunas áreas del gobierno se anuncia el paso de un ciclón batatero.
Estar en los zapatos de un funcionario al que lo tienen en la mira no debe ser cómodo, pero en el pasado funcionaba y es posible que ahora también, que los cambios de plantilla le daban una cierta movilidad a las bases y de cara a la población que mira desde fuera, una cierta onda de renovación, que no le caería mal al gobierno, particularmente en unos momentos en que las principales fuerzas de la oposición le han caído como avispas en horas de calor, que es cuando más pica el ácido de sus aguijones.
Novias de Duarte
Alguna gente se enteró, por las mañas de un ladrón, que Juan Pablo Duarte, el padre de la patria, había tenido prometida, además de la Patria, a la que dedicó pasión y energías viajando a tantos puntos del país como les parecieron necesarios entonces para comprometer a los líderes de los sectores que podían aportar al plan de la independencia al que había empezado a darle calor desde 1838. Pero sí, estuvo comprometido y el anillo existe, fue robado y recuperado.
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