La Junta Central Electoral planteó a los representantes de los 28 partidos políticos reconocidos todas las implicaciones logísticas, económicas y tecnológicas de embarcar al país y a ese organismo en tener que organizar a los partidos un proceso de primarias con el padrón universal.

El presidente del organismo explicó que se debe tomar en cuenta que los elementos que se quieren introducir en el proyecto de ley electoral deben considerar las necesidades de consenso, recursos, logística, tecnología y tiempo.
No hay dudas del enorme costo de estos inventos.

Sin embargo, es evidente que no les preocupa mucho, porque será la población, de sus bolsillos, la que tendría que pagarlo.

Los más de cinco mil millones adicionales que requeriría ese proceso habría que sacárselos a la salud, educación, infraestructura, fomento de la agropecuaria o preservación del medio ambiente.

Todos los puntos se pusieron donde correspondían, pero los actores solo escucharán si quieren hacerlo.
El Congreso Nacional tiene ahora la responsabilidad de tomar en consideración lo que ha dicho el órgano electoral y votar una ley de partidos que responda al interés colectivo.

El país necesita una ley de partidos, pero no cualquier ley de partidos.