Iraqi firefighters and civilians evacuate bodies of victims killed from a car bomb at a commercial area in Karada neighborhood, Baghdad, Iraq, Sunday, July 3, 2016. Bombs went off early Sunday in two crowded commercial areas in Baghdad. (AP Photo/Khalid Mohammed)
Bagdad.- Un devastador estallido de un camión bomba dejó ayer 115 muertos en una concurrida calle comercial del centro de Bagdad, lo que expuso crudamente la capacidad del grupo Estado Islámico para perpetrar atentados en la capital a pesar de la cadena de reveses que ha tenido en el campo de batalla en otras partes del país.
Fue el atentado terrorista más letal en Irak en un año, uno de los más cruentos de su tipo en más de una década de guerra e insurgencia, y además atizó la animosidad pública contra el primer ministro Haider al-Abadi. Cuando al-Abadi visitaba el lugar de la explosión perpetrada por un atacante suicida en el distrito Karada de la ciudad, una muchedumbre furiosa rodeó su caravana de vehículos para insultarlo, lanzarle piedras y zapatos y llamarlo “ladrón”.
Muchos iraquíes culpan a la jerarquía política de las deficiencias en la seguridad en Bagdad, lo que ha dado pie a que grandes cantidades de explosivos pasen por los diversos retenes hacia vecindarios llenos de civiles. Karada, un sector predominantemente chií, tiene numerosas tiendas de ropa y joyería, restaurantes y cafeterías.
El atentado ocurrió durante el mes sagrado del Ramadán, en momentos en que las calles y aceras estaban atestadas de jóvenes y familias que habían puesto fin a su ayuno diurno.
Once personas estaban desaparecidas y 187 heridas, dijeron las autoridades. Muchas de las víctimas fueron mujeres y niños que se encontraban dentro de una tienda de varios niveles y un centro de diversiones. Decenas murieron quemadas o asfixiadas, dijo un oficial de la policía. El grupo EI se atribuyó de inmediato la explosión en un comunicado por internet.