El 2018 será un año de definiciones, de mucha turbulencia política y ordenamiento de liderazgos.
Empezó poniendo en el tablero fichas que no estaban en juego, como son los casos de José Manuel Paliza y Carolina Mejía, que tienen buenos apoyos como para convertirse en las cabezas del principal partido de la oposición.
Pero también registra una serie de sentencias del Tribunal Superior Electoral favoreciendo a la facción de Federico Antún Batlle, aunque aun queda pendiente el caso de la solicitud de nulidad de la asamblea que él encabezó.
En este año la Junta Central Electoral deberá empezar a trabajar con el cronograma electoral, con mucha posibilidad de que para regular las campañas tenga que hacer uso del mismo poder reglamentario que invocó para la controversial resolución de los apellidos para niños declarados en estado de abandono.
Este año será decisivo para el oficialismo, tendrá que determinar el futuro de sus dos principales líderes y el rumbo que asumirá.
La Marcha Verde tiene el reto de demostrar que no es un movimiento coyuntural y que podrá incidir de manera activa en la toma de decisiones de las estructuras de poder fáctico del país.
Muchas cosas deberán definirse este año, antes de entrar al preelectoral.
La política, sin duda, es el deporte nacional en República Dominicana.