Londres.- Un análisis de sangre puede ayudar a descartar infartos en dos tercios de los pacientes que acuden a urgencias con síntomas similares a los de un ataque cardíaco, según un estudio que publica hoy la revista The Lancet.
Investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) han determinado que una concentración en sangre de una proteína llamada troponina por debajo de 5 nanogramos por decilitro indica que el paciente “tiene un riesgo muy bajo de sufrir un ataque cardíaco».
“Esos pacientes están listos, por lo tanto, para ser dados de alta inmediatamente y con seguridad. Este hallazgo puede reducir de forma dramática los ingresos hospitalarios innecesarios y facilitar así un ahorro considerable para los proveedores sanitarios”, afirmó Anoop Shah, coordinador del trabajo.
Una de las causas más comunes de hospitalización en todo el mundo son los dolores agudos en el pecho, un cuadro ante el cual las directrices internacionales recomiendan el ingreso para efectuar pruebas sobre los niveles de troponina (por encima del 99 % indica que se ha producido un infarto).
Shah y su equipo han utilizado un método de análisis más preciso que el convencional para detectar los niveles de esa proteína en 6.000 personas que acudieron a hospitales escoceses y estadounidenses con dolor en el pecho.
Los científicos evaluaron después la relación entre la concentración de troponina y los infartos o muertes por problemas cardíacos que se produjeron en los treinta días posteriores a sus mediciones.
Los investigadores confirmaron que un nivel de la proteína por debajo del umbral establecido servía para identificar a cerca de dos tercios (61 %) de los pacientes con un riesgo muy bajo de sufrir un ataque y que “podrían haber sido dados de alta».
Un año después, esos pacientes continuaban manteniendo un riesgo tres veces menor de sufrir un infarto que aquellas personas con un nivel de troponina por encima de los 5 nanogramos por decilitro.
“En las últimas dos décadas, la cantidad de ingresos hospitalarios debidos a dolores en el pecho se ha triplicado.
La abrumadora mayoría de esos pacientes no sufre un ataque cardíaco”, sostuvo Shah.
“Nuestro estudio puede aportar enormes beneficios tanto para los pacientes como para los proveedores sanitarios”, afirmó el investigador.