Moscú.-Ucrania acusó ayer a Rusia de llevar meses preparando el terreno para la destrucción de la presa de Kajovka, en el río Dniéper, y de buscar ahora “culpar a la víctima por sus propios crímenes».
“Este es un acto terrorista contra una infraestructura crítica ucraniana que busca causar el mayor número de bajas civiles y la mayor destrucción posible”, subrayó el embajador ucraniano ante la Organización de las Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya, durante una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad.
Rusia acusa
De su lado, Rusia insistió ayer el Consejo de Seguridad de la ONU en que Ucrania es responsable de la destrucción de la presa de Kajovka, en el sur del país, y dijo que quiere que Naciones Unidas investigue lo ocurrido.
“En la noche del 6 de junio, el régimen de Kiev cometió un impensable crimen al hacer explotar la presa de la planta hidroeléctrica de Kajovka, resultando en un descarga incontrolada de agua en el río Dniéper”, denunció el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia.
El diplomático acusó a las autoridades ucranianas de haber considerado ya el año pasado un ataque contra esta infraestructura.
Enviado del papa
En tanto, el Vaticano calificó ayer de “útiles” las reuniones mantenidas por el enviado del papa Francisco a Ucrania, el cardenal italiano Matteo Zuppi, durante su viaje a Kiev, entre otros con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien reafirmó que no aceptará ningún cese de las hostilidades que no pase por la retirada rusa de sus territorios.
Conflicto por presa
— Catástrofe
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó ayer de “catástofe monumental, humanitaria, económica y ecológica” la voladura de la presa ucraniana de Kajovka, en una declaración leída en la ONU.