Túnel de escape de "El Chapo Guzmán", una audaz obra de ingeniería

Túnel de escape de «El Chapo Guzmán», una audaz obra de ingeniería

Túnel de escape de «El Chapo Guzmán», una audaz obra de ingeniería

ALMOLOYA, México.-Joaquín “El Chapo” Guzmán, el capo del narcotráfico más buscado de México, habría escapado montado en una motocicleta modificada o en uno de dos carros pequeños que ésta empujaba sobre unas vías de acero por un túnel de kilómetro y medio (una milla) de largo cavado exclusivamente para él.

Una visita que efectuaron el martes periodistas a la salida del túnel en una construcción tipo bodega que estaba sin terminar, cerca de la prisión en la que Guzmán estaba recluido, permitió un vistazo a los últimos metros que recorrió el jefe del cartel de Sinaloa para escapar por segunda vez de una prisión de máxima seguridad en México.

Los rieles sobre los que se desplazaba la motocicleta modificada terminan a dos o tres pasos de la base de una escalera de madera de 17 peldaños que habría tenido que subir a toda prisa.

El aire en el túnel está caliente y húmedo y polvo fino cubre todo el lugar. Al llegar arriba, un escalón lleva a un pequeño sótano en el que destaca un generador azul del tamaño de un vehículo compacto.

Después, a seis pasos, hay otra escalera. Hay que subir uno, dos, tres escalones. El aire se enrarece y la temperatura desciende 10 grados. Cuatro, cinco, seis, el último peldaño.

Un paso más y Guzmán llegó al piso polvoriento de lo que parece una bodega, donde el equipo de excavación abandonó vigas de madera de diez por diez centímetros (cuatro por cuatro pulgadas), rollos de malla de acero de 2,44 de alto (ocho pies), litros de fluido hidráulico, tramos de tubo PVC de tres metros de largo (10 pies) y una cortadora eléctrica de disco.

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Se estima que la construcción del túnel tardó más de un año.

Siete pasos después, el hombre del que el gobierno de México dijo que jamás repetiría su fuga de una prisión como hizo en 2001, salió por una puerta corrediza de acero hacia el exterior, en la noche fría en los alrededores de una llanura alta al oeste de la capital.

Por primera vez desde su última captura, el 22 de febrero de 2014, Guzmán estaba en libertad. El ingenio y la audacia utilizada en esta fuga son impresionantes. Compre un terreno a kilómetro y medio (una milla) de distancia de la prisión más segura de México, pero entre campos agrícolas. Construya una edificación de mala calidad con bloques de concreto para que no llame la atención en el lugar.

Levante una pared para ocultar la tierra y manos a la obra. Los expertos afirman que la planificación y construcción del túnel debe haber durado más de un año. Las excavaciones habrían causado ruido.

El túnel llegaba en su extremo del penal a un lugar lejos de la vista de las cámaras de seguridad de la prisión más estricta de México. También dijeron que la fuga del jefe narcotraficante más poderoso del país debe haber contado con complicidad interna a gran escala.

El secretario de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, coincidió con ese punto de vista el lunes en la noche. Anunció que tres funcionarios de la prisión fueron despedidos, incluido Valentín Cárdenas, director del Centro Federal de Readaptación Social Altiplano, a 90 kilómetros (55 millas) al oeste de la Ciudad de México.

Tuvieron algo o mucho que ver con lo sucedido y por tanto se adoptó esa decisión, declaró Osorio Chong. Sin embargo, el funcionario se abstuvo de señalar por su nombre a quién colaboró en el escape. Tampoco habló de erradicar el tipo de corrupción que propició la fuga.

Osorio Chong dijo que el túnel se encontraba 19 metros (unos 62 pies) debajo de la superficie y afirmó que se utilizó “alta tecnología” para vulnerar las amplias medidas de seguridad del penal, que incluyen 750 cámaras y 26 filtros de seguridad. Un túnel tan elaborado —con iluminación, ventilación y una motocicleta adaptada para ir sobre unas vías— habría tardado entre 18 meses y dos años en ser construido, dijo exdirector de la división de Investigaciones de Seguridad Nacional del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés).

“Pero cuando se trata del jefe, quizá lo haces a toda velocidad”, dijo. Si alguien tenía la capacidad para lograr esa hazaña era Guzmán, quien se cree tiene al menos un cuarto de siglo de experiencia en la construcción de túneles largos y elaborados para transportar drogas y contrabando bajo la frontera entre México y Estados Unidos, así como para escapar cuando las autoridades se le acercaran.

El cartel de “El Chapo” también ha sido el más eficaz para cooptar autoridades, dijo Edgardo Buscaglia, experto del crimen organizado en la Universidad de Columbia. “A la fecha son los que han logrado la mayor infiltración en las instituciones de gobierno en México”, agregó.

Los expertos han manifestado escepticismo de que un proyecto de ingeniería de este tipo pasara desapercibido. Joe García, quien se retiró este año como agente especial interino a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional en San Diego, tiene una gran experiencia en investigación de túneles. Señaló que el túnel en el Altiplano era más largo que cualquiera. Para lograr tal proeza, quienes rescataron a “El Chapo” posiblemente tuvieron información de inteligencia de la prisión incluso antes del arresto de Guzmán, señaló Dinkins.

Los diseñadores y trabajadores habrían necesitado acceso a información restringida como planos del penal y de los sistemas de alarma y cámaras.

 

Incluso con esa información, el ruido de cuando cavaron el pasaje vertical de 10 metros (30 pies) directamente debajo de la prisión para llegar a la celda de Guzmán habría llamado la atención. “No es como que alguien tomó un par de herramientas, palas y picos.

Es una operación muy avanzada”, dijo Alonzo Pena, un exfuncionario del ICE. “¿Cómo podían estar ahí y no escuchar la construcción que estaban haciendo debajo?, es simplemente imposible”.

*Contribuyeron a este despacho los periodistas de la Associated Press, Elliot Spagat, en San Diego, California; Mark Stevenson y María Verza, en la Ciudad de México, y Alicia A. Caldwell, en Washington.