ATENAS , Grecia.-El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se reúne el miércoles con los legisladores de su partido de izquierda radical para informarles acerca de los compromisos adquiridos por su gobierno con acreedores europeos para obtener una extensión de cuatro meses del rescate financiero al país.
La reunión, que se celebra a puerta cerrada, se produce en medio de crecientes indicios de rencor dentro del partido Syriza de Tsipras por las concesiones realizadas a pesar de que en la campaña electoral se comprometió a eliminar todas las medidas impuestas por el rescate.
Grecia superó un importante obstáculo el martes cuando los ministros de Finanzas de los otros 18 países de la eurozona dieron el visto bueno a una lista de objetivos enviada por Yanis Varoufakis a Bruselas y concedieron la ampliación del préstamo.
La lista será el punto de partida para la creación de nuevas medidas que el parlamento de Atenas tendrá que aprobar.
El primer ministro Tsipras fue elegido el mes pasado después que prometió durante la campaña rechazar algunos de los cortes presupuestarios y los aumentos de impuestos que les exigieron los acreedores de otros países de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional para extenderle el préstamo por 240.000 millones de euros (272.000 millones de dólares). Sin la extensión, Grecia encaraba la posibilidad de la quiebra, limitaciones a las transacciones bancarias e incluso la posible salida del euro, la divisa común de 19 naciones europeas. Aunque el gobierno trató de presentar el acuerdo negociado como una victoria, recibió críticas de sus propios partidarios y de partidos de la oposición. El ministro de energía y el ambiente, Panagiotis Lafazanis, insistió en que Tsipras debía cumplir las promesas electorales de no llevar a cabo privatizaciones. La lista que Varoufakis envió a Bruselas dijo que no habrá marcha atrás con las privatizaciones completadas y que en aquellos casos en los que se han ofrecido licitaciones “el gobierno respetará el proceso en cumplimiento con la ley”. “La ley da al gobierno posibilidades de cambiar los términos del proceso y en determinado momento revisar su legalidad”, dijo Varoufakis. “Nuestra posición es muy simple. Debe ponerse fin a la venta de plata de la familia a precios bajos y de una manera que no conduzca al desarrollo de la economía”. Las críticas más directas, y simbólicamente dañinas, provinieron este fin de semana de un miembro del parlamento europeo, Manolis Glezos, famoso en Grecia por haber retirado la bandera nazi del tope de la Acrópolis durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Glazos publicó una carta abierta en la que se disculpa públicamente al pueblo griego por lo que califica de “ilusión” de que las medidas de austeridad serían repelidas inmediatamente.