Trump sabrá lo que es enfrentar una maquinaria bien aceitada

Trump sabrá lo que es enfrentar una maquinaria bien aceitada

Trump sabrá lo que es enfrentar una maquinaria bien aceitada

FILE - In this photo taken May 7, 2016, Republican presidential candidate Donald Trump speaks during a rally in Spokane, Wash. More than a million voters have already sent in their ballots for Washington state's presidential primary, Tuesday, May 24, 2016, but the only delegates at stake are for the Republican contest, because state Democrats ignore the primary and use the smaller caucus system to allocate their delegates to their national convention. (AP Photo/Ted S. Warren, file)

Nueva Orleans.- La poco ortodoxa campaña de Donald Trump sabrá en poco tiempo lo que significa enfrentar una maquinaria política bien aceitada: los demócratas.

Hillary Clinton y sus aliados demócratas han invertido al menos 27 millones de dólares en campañas publicitarias en estados cruciales como Ohio, Florida y Nevada, donde en las próximas seis semanas lanzarán violentos ataques contra el oponente republicano.

Esos mensajes serán repetidos por cientos de trabajadores de campaña en los mismos estados y amplificados por el presidente Barack Obama y otros demócratas influyentes.

Trump ha realizado pocos preparativos para enfrentar una máquina tan eficiente. Su campaña no tiene planes para publicidad y apenas ahora empieza a contratar empleados en estados importantes.

Los líderes republicanos distan de ponerse de acuerdo sobre cómo vender a los votantes un candidato tan polarizador.

O tal vez decidan no hacerlo. Adicionalmente, el tiempo vuela: las primeras votaciones comienzan en Iowa en apenas tres meses y medio.

“Es mala praxis política”, dijo Mitch Stewart, quien dirigió la campaña de reelección de Obama en los estados más disputados y ahora apoya a Clinton.

Le espera un brusco despertar. Este no es un concurso nacional donde uno aparece diariamente en las noticias por cable y domina la cobertura.

Se define estado por estado y se necesita un plan para cada uno”. La inversión de Clinton en publicidad para junio y julio es un premio para su constante recaudación de fondos.

En mayo recaudó 27 millones de dólares para las primarias, fondos que está obligada a usar antes de aceptar la candidatura en la convención partidaria de fines de julio.

Trump trata de alcanzarla. Empezó a recaudar en serio apenas el 25 de mayo, ya que financió sus primarias principalmente mediante préstamos personales a su campaña.

En su publicidad más reciente, en la que destaca sus obras para la infancia, Clinton intenta presentarse nuevamente a los votantes en general, después de perder la primaria demócrata de 2008 ante Barack Obama.

Pero los mismos votantes también reciben avisos de Priorities USA, un supercomité de acción política financiado con millones de dólares de sus partidarios más firmes.

El objetivo de esos avisos es presentar a Trump como un estafador y un “bully”, sin las cualidades que requiere un comandante en jefe. “Cuando vi a Donald Trump burlarse de un discapacitado, vi su alma. Vi su corazón”, dice el padre de una joven con espina bífida cuya historia aparece en uno de los avisos.

Los demócratas utilizaron con éxito esa estrategia hace cuatro años contra el oponente republicano de Obama, Mitt Romney. Priorities USA lanzó una campaña intensamente negativa para mostrar la falta de interés de Romney por las inquietudes del ciudadano medio.

Ahora que enfrentan un oponente con una valoración mucho más negativa y una organización más débil, los demócratas ven la oportunidad no solo de retener la Casa Blanca sino tratar de ganar la mayoría en el Senado y cerrar la brecha en la cámara baja.