El encuentro entre Donald Trump y Kim Jong-un es una etapa más de un progresivo acercamiento de ambos países.
COREA DEL SUR.-Estados Unidos recibió ayer entre el escepticismo crítico de los demócratas y la cautela republicana el inesperado encuentro en la frontera intercoreana entre el mandatario Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en pleno comienzo de la campaña electoral.
Trump y Kim se encontraron ayer ante la línea divisoria que separa las dos Coreas, que se mantienen en guerra desde casi 70 años, en lo que supuso la primera reunión entre líderes de Estados Unidos y Corea del Norte en la emblemática frontera.
Además, Trump cruzó la línea de demarcación militar y se convirtió en el primer presidente estadounidense en pisar territorio norcoreano.
“Lo que va a pasar es que en las próximas dos o tres semanas van a empezar a trabajar los equipos”, dijo Trump tras concluir su encuentro a puerta cerrada con Kim en la frontera intercoreana, el cual ha durado unos 50 minutos.
El senador Bernie Sanders, también aspirante presidencial demócrata, insistió en que el hecho debería ir más allá de una imagen. “No tengo problemas con (Trump) sentándose con Kim Jong-un en Corea del Norte o cualquier otro lugar.
Lo que no quiero es que sea solo una oportunidad para hacerse una foto. Necesitamos diplomacia real”, remarcó Sanders, representante del ala más izquierdista de su partido.
“Nuestro presidente no debería estar desperdiciando la influencia de EE. UU. con oportunidades de foto e intercambiando cartas de amor con un dictador implacable”, coincidió Elizabeth Warren, senadora y también precandidata presidencial demócrata.
En tanto, desde el bando republicano se ha mantenido la cautela ante el encuentro, encaminado a reactivar las conversaciones sobre desnuclearización, estancadas desde la fracasada cumbre en Vietnam en febrero, y que fue calificado por Trump como un momento “legendario e histórico”.
Lindsey Graham, senador republicano y uno de los más cercanos a Trump, dio el visto bueno “a intentar” retomar las conversaciones aunque remarcó que “el objetivo es una desnuclearización irreversible, verificable de la península coreana”.
Las conversaciones estaban atascadas desde el desencuentro que mostraron ambos líderes con respecto al modelo para desnuclearizar Corea del Norte durante la cumbre de febrero.
Allí, Corea del Norte abogó por una desnuclearización gradual acompañada del progresivo levantamiento de sanciones, una oferta que Estados Unidos consideró inaceptable, al señalar que no relajará sanción alguna mientras el régimen no elimine sus programas nuclear, de misiles y de armas químicas.
Diálogo sorpresivo
—1— Mediación
La reunión de Trump con Kim se materializó con apoyo del presidente surcoreano.
—2— Acuerdo
Ambos países comenzarán a celebrar reuniones de trabajo en las próximas dos o tres semanas.
—3— Avance
Kim plantea el levantamiento de las sanciones.