WASHINGTON.-El expresidente Donald Trump exigió a última hora del jueves que se publique de forma “inmediata” la orden judicial de allanamiento que el FBI utilizó para registrar su propiedad en Florida.
Trump hizo la solicitud horas después de que el propio Departamento de Justicia pidiera a un tribunal que revelara la orden e incluso el secretario de Justicia, Merrick Garland, citó el “sustancial interés público en este asunto”.
En mensajes divulgados a través de su plataforma Truth Social, Trump escribió: “No sólo no me opondré a la publicación de los documentos… Voy un paso más allá al ANIMAR la publicación inmediata de esos documentos”. Volvió a fustigar la operación del FBI en su propiedad de Mar-a-Lago al calificarla de “antiestadounidense, injustificada e innecesaria”. “¡Liberen los documentos ahora!” escribió.
La solicitud del Departamento de Justicia presentada horas antes el jueves fue notable porque tales documentos tradicionalmente permanecen sellados durante una investigación pendiente, pero la agencia pareció reconocer que su silencio desde la búsqueda había creado una oportunidad para que el expresidente y sus aliados lanzaran ataques.
Garland consideró prudente responder a las exigencias generalizadas de detalles sobre lo que llevó a la operación del FBI del lunes en la casa del expresidente.
“El interés claro y poderoso del público en comprender lo que ocurrió bajo estas circunstancias pesa enormemente a favor de desprecintar”, señaló una moción presentada el jueves ante una corte federal de Florida para solicitar el retiro de la precinta. Si se libera la orden —la solicitud está ahora en manos de un juez— podría revelar información poco halagüeña, tanto sobre el expresidente como sobre el escrutinio del FBI sobre la forma en que Trump manejó documentos gubernamentales confidenciales, justo cuando él se prepara para buscar otra candidatura por la Casa Blanca.
Durante su exitosa campaña de 2016, el propio Trump insistió en que el FBI realizara una investigación contra su oponente demócrata, Hillary Clinton, sobre si ella manejó información clasificada inadecuadamente.
No está claro en este momento cuánta información se incluiría en los documentos, si se hicieran públicos, o si incluirían una declaración jurada del FBI que presumiblemente establecería una base fáctica detallada para la búsqueda.
El Departamento solicitó específicamente que se revelara la orden, así como un recibo que enumere los artículos incautados, junto con dos archivos adjuntos no especificados. Para obtener una orden de allanamiento, las autoridades federales deben probar ante un juez que existe causa probable para creer que se cometió un delito.
Garland dijo que aprobó la orden personalmente, una decisión que dijo que el Departamento no tomó a la ligera dado que la práctica estándar, siempre que sea posible, es seleccionar tácticas menos intrusivas que una búsqueda en una casa.
En este caso, según una persona familiarizada con el caso, hubo un compromiso sustancial con Trump y sus representantes antes de la orden de allanamiento, incluso una citación para los registros y una visita a Mar-a-Lago hace un par de meses por parte de agentes del FBI y funcionarios del Departamento de Justicia para evaluar cómo se almacenaron los documentos.
La persona no estaba autorizada a hablar el asunto por su nombre y lo comentó bajo condición de mantener el anonimato. Ni Trump ni el FBI han dicho nada sobre qué documentos podría haber recolectado el FBI, o qué buscaban precisamente los agentes, pero el expresidente volvió a quejarse el jueves del allanamiento.