Una dieta rica en verduras no reduce el riesgo de enfermedad cardiovascularUna dieta rica en verduras no reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular
SANTO DOMINGO.-Conservar las frutas y verduras frescas no es una tarea fácil para las amas de casa, aun si se mantienen refrigeradas.
Para asegurarse que, al guardarlas, estén en perfectas condiciones el mayor tiempo posible, es esencial lavarlas antes de guardarlas para retirar los restos de tierra o cualquier otro producto que impida que puedan conservarse correctamente.
Separar alimentos
Una de las rutinas que no deben saltarse es separar las frutas y verduras, acción que optimiza su conservación.
Los expertos recuerdan que ambos tipos de alimentos tienen unas propiedades, características y maduración diferentes, por lo que no es recomendable almacenarlos en el mismo lugar.
Muchas frutas emiten, a medida que maduran, pequeñas cantidades de etileno, lo cual provoca que las verduras pierdan la clorofila, acelerando su proceso de deterioro.
Lavado y secado
La lechuga y otras verduras de hoja verde no tienen conservantes naturales, por lo que se pueden lavar y secar bien, luego se envuelven sin apretar en toallas de papel ligeramente húmedas y se almacenan en una bolsa de plástico ventilada.
A pesar de que se pueda extrañar, es posible congelar las frutas y también las verduras, para mantenerlas en óptimas condiciones por más tiempo.
Lo ideal es no tener que hacerlo, para que no pierdan ninguna de sus propiedades, pero si prevemos que se nos ha ido la mano comprando y se pueden dañar, es mejor congelarlas. La forma correcta de congelar estos alimentos es lavarlos y secarlos bien antes.
Con las verduras, lo mejor es escaldarlas para entrarlas al congelador. El proceso es simple, se colocan unos instantes en agua hirviendo, y seguidamente a agua con hielo; tras ello, se secan bien y ya se pueden guardar.
Reglas básicas
Consejos muy prácticos que preservan
—1— Al consumir
Hay alimentos que aguantan más si no se lavan para guardarlos, como las fresas, frutos del bosque, champiñones o las hierbas aromáticas, como la albahaca o la hierbabuena.
—2— Sin frío
No es necesario guardar en la nevera los alimentos como la papa, cebolla, ajo o tomate.
—3— Por separado
Los productos que emiten mayor cantidad de gas se deben almacenar solos, como manzana, pera, melón, aguacate, berenjena, cebolla, lechuga o repollo.
—4— Las verduras
No conviene congelar las que tienen un alto contenido en agua, como el apio o el pepino.